El Mundial más triste ...
Me cancelaron el vuelo !! – le paso a Tato en un SMS el viernes 1 de julio
Las malditas cenizas empezaban a complicarnos la llegada a Piedrahita. Mi vuelo saldría a la mañana del día siguiente y del Tato también algo demorado.
Yo finalmente llegaría el domingo a las 2 de la mañana a Barajas, y haciendo tiempo en el aeropuerto hasta que empiece a funcionar el subte, leo un mail que Pablo López manda a Tato avisándole que le había comprado el casco y que se lo dejaba en la consigna del aeropuerto. Mensaje estilo 007, con una llave numerada dejada debajo de un pino a la entrada de la consigna ….. y mi cabeza atontada que no se da cuenta que yo lo podría haber buscado !
Tato y Eitel se juntaban en el aeropuerto esa tarde de domingo para viajar a Piedrahita junto con el team leader chileno, Cristián Cid, amigo de Tato de las épocas del aladelta.
Tendrían un briefing privado al día siguiente, y en español, al cual se prendieron varios del resto de los latinos. Ese lunes fue además día de práctica oficial, y Tato hizo la prueba de punta a punta llegando bien a gol. Yo todavía tenía que entrar en confianza con mi TR2, con la cual casi no tenía tiempo de vuelo, así que salí a pasear, acortando algunas balizas para juntarme en gol con ellos. Día de frío en el despegue y en el aire. Yo en cortos y Tato con frío en las manos.
Habíamos tenido una primer noche “apretada”, en un hostal en la cual la habitación triple, en realidad era una simple pero con 3 camas. No había mucho para moverse, y encima Tato nos roncó toda la noche y el Hernán Pitocco que tiene sueño ligero, se puso inmediatamente a buscar alternativas. Cuestión que consigue un flor de depto con 3 habitaciones, baño, cocina y sala de estar, y no muy lejos.
Acto seguido, ya estábamos con Tato en el super haciendo las primeras compras. Tato ya desde México que era chef oficial del equipo argentino. Con lo poco que hubiera se las arreglaba para hacer algo riquísimo.
El martes empezaba oficialmente el campeonato y ya nos estábamos acomodando.
Llegamos al despegue con poco tiempo de preparar el equipo antes de ir al briefing.
Ahí nomás nos despachan con una manga agradable de 154 km viento de cola pero con algunos espacios aéreos que esquivar. Complicadito el tema de los espacios aéreos, no muy bien manejado y que traería sus quejas varias.
Cuestión que Tato despega al final por el asunto ya relatado de la banana, con el casco que el team leader chileno le prestó (ya que el otro quedó en la consigna) y un refuerzo de guantes tipo mágicos “primera piel” que tomó prestados de nuestra casa.
Muy buena manga, los 3 del equipo en gol y contentos, Tato el más rápido llegando muy cerca de los primeros. Venía entrando a gol con altura con la intención de aterrizar lejos ya que se había olvidado de pegar el número en el vela y temía por alguna sanción, pero un descendentón lo hizo cruzar la línea con poca altura, aunque eso sí se fue a aterrizar a otro campo y rápido a pegar el número !! Ja ja. Como nos reímos en el viaje de vuelta cuando Pitocco le decía que había hecho buenas filmaciones, entre ellas algún primer plano de Tato, y él, guiñándome un ojo, diciendo que había que censurar esas imágenes (por el tema del número) ….
Esa noche nuestro chef nos dejó la panza llena y contenta, pero se enteró que lo dejaron con cero puntos por violar el espacio aéreo.
Y los que lo conocen bien se imaginarán …. las siguientes 12 horas, salvadas las de sueño, hablando del maldito espacio aéreo, y de cómo hacen una prueba por ahí, y de cómo se le había congelado la pantalla y no le avanzaba entonces no podía ver por donde iba, y de cómo había seguido a otros pilotos y se ponía en el medio de ellos por las dudas, algunos a su izquierda, algunos a su derecha, para asegurarse no pifiarla, y como lo vio a Gin a su derecha y entonces se dijo que venía bien encaminado, y como luego en los resultados vio que eran 30 los que habían pifiado, y claro todo el grupo al cual el siguió !!! Y que los instrumentos, que como no pusieron balizas para evitar el espacio aéreo, en fin, esos 900 puntos que ahora eran cero, y yo diciéndole que siga como hasta ahora, que luego al final sabría su resultado sumando esos 900, y en fin, de vuelta a empezar con el maldito espacio aéreo jajaja
Al día siguiente no hay espacio aéreo, pero a Tato los números de la vela no le había quedado bien pegados, y nos mostraba como los pegaba y despegaba ( “estos números de mierda …”) mientras preparaba el equipo en el despegue, y yo consiguiendo que lo dejaran volar sin número para que no se le vuelen los pedacitos de número.
Ese día, yo entro en confianza ya con mi vela, y ya me animo a girar cerca del relieve y en las pajareras, y cerrar el giro por dentro de las mismas. Confieso que había llegado al mundial con algún miedo, incluso con algo así como mal presentimiento pero por mí persona, y por eso que estaba volando tan tranquilo. En cuanto tomé confianza, hice mi primer burrada táctica y me tiré solo por el llano del start a la siguiente baliza …. y terminé aterrizado a los 10 minutos … y le hablo por radio a Tato diciéndole que yo ya la había cagado, pero que ellos se preocupen por llegar a gol … sin saber que ya no me escuchaba a través de la radio …. y cuando guardo el equipo, busco por todos lados y no aparece un guante, y desarmo y busco de vuelta y nada …. Me lo habrás escondido vos Tato ? Hasta siempre campeón, hasta siempre compañero, hasta siempre amigo !!